El ganso del Nilo o ganso egipcio (Alopochen aegyptiacus) es una especie de ave anseriforme de la familia Anatidae nativa de África, la única de su género actualmente no extinguida.
Con aspecto intermedio entre los grandes ánsares y los patos, este curioso anseriforme tiene una longitud cercana a los 70 cm. La cabeza, elipsoidal, bien conformada, tiene pico robusto, no muy largo, de color rosado fuerte o rojo coral, con la uña terminal y los bordes muy oscuros, casi negros. Los ojos, redondeados, de buen tamaño, muy brillantes están rodeados por una zona de plumas castaño rojizas, que destacan netamente del resto pardo claro. El cuello, de longitud moderada y tono pardo básico, presenta zonas pardo oscuras, que a menudo forman una especie de collar muy típico. Pechuga, vientre y flancos tienen coloración 'café con leche' clara. El dorso es pardo y pardo rojizo en su parte posterior, mientras que obispillo, supracoberteras caudales y rectrices tienen un tono muy oscuro, que a veces roza el negro mate. Las alas presentan una amplia zona blanca, bordeada por una estrecha banda de reflejos metálicos verdosos, mientras que las primarias alares son pardo negruzcas o negras. Ambos sexos ostentan similar librea, con patas amplias, fuertes y sonrosadas, aunque el porte de los machos es más altivo y airoso que el de sus compañeras.
Viven salvajes en Africa central, aunque llegan hasta zonas puntuales del sur de Europa y más concretamente de la Peninsula Ibérica. Ejemplares escapados de colecciones públicas o privadas han conseguido adaptarse al medio natural en diversos lugares.
¿Cuanto suele vivir? Doce-trece años, a pesar de que, excepcionalmente, se hayan registrado cifras mucho más altas.
Como otras especies afines, requieren bastante espácio de parque y, lógicamente, la superficie necesaria de estanque. Se habitúan prontamente a la cautividad, viviendo perfectamente en climas cálidos o templados, si bien pueden soportar poco a poco temperaturas relativamente frías, pero nunca crudas, ni por largo tiempo.
Como para otras anátidas, estará compuesta de afrecho de salvado, arroz hervido, zanahorias en puré harina de crustáceos o de pescado invertebrados y presas vivas, que toman directamente del estanque o picotean por el césped de la zona aledaña dedicada a parque.
Generalmente tímidos y pacíficos, no suelen plantear problemas de convivencia con otras especies próximas, pero a veces los machos pueden mostrarse belicosos, agresivos e intolerantes con otras aves, especialmente si hay superpoblación o en la época de celo.
Buenas madres y ponedoras, las hembras nidifican en una pequeña depresión, cubierta de ramaje, que puede prepararse con cuatro listones de madera, en bastidor, a los que se adosan ramas delgadas de chopo, uniéndolas en el extremo y dejando un espacio de entrada. La puesta, de seis-ocho huevos, será incubada veintiocho o treinta días, tras los cuales nacen los pequeños, que a las pocas horas acompañan a la madre en sus desplazamientos. Debe vigilarse el crecimiento de las alas para evitar evasiones inadvertidas.
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