El chajá o chajá común (Chauna torquata), es una especie de ave del orden anseriforme de la familia Anhimidae que habita en buena parte del sur y centro de Sudamérica. Tiene gran tamaño, unos 75 cm de pico a cola, y se considera un símbolo de las pampas. Es miembro de una familia de aves exclusiva de América del Sur y está emparentado con los cisnes y los gansos, aunque a primera vista no se parece a ninguno de los dos grupos.
A pesar de ser pariente de un orden característico de aves acuáticas, tiene un aspecto más parecido a galliformes y gruiformes, como pavos, avutardas, sisones etc, con los que no están emparentados. Se debe a convergencia evolutiva al compartir hábitos principalmente terrestres. Los chajás son aves asociadas con ambientes secos abiertos, como estepas o praderas. Según algunos autores, deberían clasificarse en un orden propio.
El cuerpo parece una especie de pavo con cresta, pico pequeño y afilado y una especie de collar en el cuello. Las patas son robustas y largas, de color rosado, y la parte de alrededor de los ojos es rojiza. Vive en parejas y en ocasiones en grupos de alrededor de cien individuos.
Pueden nadar como lo hacen las palmípedas, aunque es más común que caminen sobre la vegetación acuática sin mojarse mucho.
En la parte anterior de cada alas tiene un espolón de unos 2 cm de largo en los adultos, que rara vez utiliza para atacar o defenderse. Puede defender a sus pollos, aunque estos suelen permanecer inmoviles para pasar inadvertidos. Los padres emplean un grito de alarma que produce que las crías escapen. El nombre indígena del guaraní, chajá (escapa), hace referencia a este hábito.
Es un ave herbívora, que se alimenta preferentemente de brotes verdes y plantas blandas. Es perseguido por los agricultores y rancheros al considerarlo una amenaza para las gramíneas forrajeras que conforman el pasto, los cultivos y los cereales de invierno en su época de implantación.
Pueden ser vistos planeando a gran altura o cerca de lagunas y estanques. Come materia vegetal vadeando aguas someras, y su nido es una gran plataforma de juncos donde pone hasta 6 huevos.
Se encuentra en zonas por el noreste de Argentina, en todo el Uruguay, Paraguay, y partes de Brasil, Perú y Bolivia.
El nombre más usual de esta ave (chajá) proviene del guaraní y en tal idioma significa ¡vamos! o ¡escapa!, aunque procede de una deformación de la onomatopeya del grito de estas aves cuando se ven sorprendidas, de este modo avisan a las otras de su especie en la cercanía para que huyan del posible predador. En Bolivia se le conoce con el nombre de tapacaré.
Es un ave sumamente apreciada por su carne, similar a la de la gallina pero de sabor más fuerte. Dado su estatus de especie no amenazada, su caza es legal en la Argentina, aunque hay zonas donde la población se ha reducido considerablemente, como en el sur de la provincia de Corrientes.
Cuenta la leyenda, que en las llanuras argentino-bolivianas dos indias, estaban lavando ropa en una laguna, y de repente apareció un mendigo pidiéndoles un vaso de agua porque tenía mucha sed, y entonces las dos indias malas, le dieron al mendigo el agua con jabón, resultando ser este mendigo Dios, entonces él les dijo: Desde estoces ustedes ahora serán unos pájaros con una carne inservible, y su sangre será espumosa, como el agua con jabón que me dieron, ese será su castigo por lo egoístas que fueron.
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