El mirlo común, o más comúnmente mirlo (Turdus merula), es una especie de ave paseriforme de la familia Turdidae.
El mirlo se distribuye por Europa, Asia y África del Norte, y fue introducido en Australia, Nueva Zelanda y América del Sur. Existen varias subespecies de mirlo en su amplia área de expansión, entre ellas algunas subespecies de Asia son consideradas por algunos autores como especies de pleno derecho. Según la latitud, el mirlo puede ser residente o migratorio, parcial o totalmente.
El macho de la subespecie holotipo, la que está más extendida en Europa, es completamente negro, con el pico amarillo y un círculo también amarillo alrededor de los ojos y tiene un vasto repertorio de cantos, mientras que las hembras adultas y los menores tienen un plumaje marrón. Esta especie anida en los bosques y jardines, construye un nido en forma de copa, con formas bien definidas, bordeado con barro. El mirlo es omnívoro y consume una amplia variedad de insectos, gusanos y frutas.
Machos y hembras tienen un comportamiento territorial en el lugar de anidación, cada uno con un comportamiento agresivo distinto, pero son más gregarios cuando emigran o en las áreas de invernada. Las parejas permanecen en su territorio a lo largo del año en las regiones donde el clima es suficientemente templado. Existen muchas referencias literarias y culturales a esta especie, sobre todo relacionadas con su melodioso canto.
El mirlo de la subespecie tipo (Turdus merula merula) tiene una cola larga (95 a 110 mm para los machos y de 100 a 105 mm para las hembras), mide entre 23,5 y 29 cm de largo, con una envergadura de 34 a 38 cm, y pesa entre 80 y 125 gramos. Este peso varía en función del sexo y de las estaciones.
Los machos (118 a 135 mm con las alas plegadas, 28 a 33 mm de tarso y de 20 a 23 mm de pico) tendiendo a ser más grandes que las hembras (118 a 129 mm con el ala plegada, 28 a 29 mm de tarso y de 20 a 21 mm de pico).
El plumaje de los machos adultos es totalmente negro y contrasta fuertemente con el anillo ocular de color amarillo o amarillo-naranja y con un pico también amarillo. En invierno, el círculo alrededor del ojo se vuelve más marrón y el pico ligeramente más oscuro. Las patas son marrón-negro.
Según las subespecies y la estación, el negro del plumaje es más o menos marrón intenso. Es muy brillante en la subespecie-tipo T. m. merula. En algunas subespecies de la India y Ceilán, el plumaje del macho tiende a marrón o gris-azulado.
La hembra tiene un plumaje marrón, cuyos tonos varían de un individuo a otro, presentando zonas más oscuras. No tiene el pico ni el anillo orbital de color amarillo brillante del macho: su pico es marrón, a veces con una zona de color amarillo pálido, y su círculo ocular es de color marrón claro. Su garganta es más clara que el resto de su plumaje, pudiendo presentar un aspecto vagamente anaranjado. Sus patas son de color marrón oscuro.
Los juveniles tienen un plumaje marrón grisáceo similar al de las hembras, pero manchado de color beige en el pecho y en la parte inferior del cuerpo. Entre ellos también varían los tonos de marrón de un individuo a otro; los más oscuros se piensa que son machos. El plumaje juvenil dura hasta la primera muda, entre agosto y octubre. Los machos adquieren entonces el plumaje negro brillante, pero su pico es más oscuro y el anillo amarillo alrededor de los ojos es menos visible; las alas tienen aún un tono más marrón que el cuerpo. El pico de los jóvenes machos no alcanza su color amarillo y su cuerpo un color negro uniforme hasta después de un año completo.
Ocasionalmente se ven en los mirlos comunes anomalías en el plumaje. Aunque estos fenómenos son poco frecuentes en términos absolutos, parecen menos excepcionales que en otras especies de aves. Según las observaciones llevadas a cabo en Gran Bretaña, sobre el número total de las aves con decoloración censadas de todas las especies, el 29% pertenecen al género Turdus y son principalmente mirlos comunes, en este caso mirlo blanco.
Las anomalías se expresan todas por una decoloración más o menos pronunciada, pero son de diversos tipos y pueden ir desde el albinismo verdadero y total a la canicie o a diversas formas de albinismo parcial ( leucismo, schizochroïsmo…). En cuanto a los albinos, la verdadera causa es puramente genética, otros factores, como la edad o deficiencias nutricionales y de vitaminas podrían intervenir para explicar las deficiencias de pigmentación.
En Europa, el mirlo puede confundirse con el juvenil del mirlo capiblanco cuando se encuentra en su primer año, pero este último tiene las alas más pálidas. El mirlo común también presenta una semejanza superficial con el estornino común. La hembra del mirlo puede confundirse con un zorzal, pero este último es mucho más pálido delante y marcado con puntos oscuros.
El régimen alimentario de los mirlos comunes es omnívoro. Se alimentan de una gran variedad de insectos, gusanos y otros pequeños animales y también consumen frutas y, a veces, semillas.
Los mirlos buscan sus presas principalmente en tierra. Corren, dan saltitos, avanzan de golpe, inclinando la cabeza de lado para observar el terreno. Cazan principalmente de vista pero también a veces usan el oído. Son grandes consumidores de gusanos que capturan rebuscando en el humus. También escarban la hojarasca en descomposición, de manera ruidosa y demostrativa, revolviendo las hojas para encontrar todo tipo de invertebrados: insectos, arañas, miriápodos, babosas, caracoles pequeños. Con carácter excepcional, se alimenta de pequeños vertebrados como renacuajos, pequeños anfibios adultos o lagartijas u otro tipo de mamíferos, como el conejo enano o el ratón. Aunque son principalmente cazadores en tierra, los mirlos no dudan en explorar los árboles y arbustos para alimentarse de los insectos que se posan en ellos, sobre todo de las orugas.
Pero si el mirlo común visita las ramas de árboles y arbustos para alimentarse, lo hace principalmente en busca de frutas, generalmente pequeños frutos carnosos: bayas o drupas. La clase de fruta consumida depende de lo que está disponible a nivel local y pueden incluir especies exóticas encontradas en los jardines o huertas. Son aficionados a las bayas que pueden coger y llevar en sus picos, pero no desdeñan picotear frutas más grandes como las manzanas, o las frutas caídas en el suelo.
En la Europa templada, comen bayas de aligustre, sauco negro, moras, cornejo, cerezas, zarzamoras…. En invierno encuentran aún, unidos a las ramas, frutos de hiedra, serval, semillas de acebo, muérdago, etc. Más al sur, encuentran aceitunas, mirtos, uvas… En el norte de la India, a menudo consume los pequeños higos de la higuera de Banyans y las moras de la morera, mientras que al sur de este subcontinente, las pequeñas bayas negras de los árboles del género Trema forman, con frecuencia, parte de su dieta.
Durante la temporada de anidación predominan las presas de animales, que son especialmente importantes en la dieta del mirlo en esta época, mientras que las frutas o bayas son más importantes en el otoño y el invierno.