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sábado, 7 de junio de 2014

Jote cabeza roja

El aura gallipavo, buitre americano cabecirrojo o urubú de cabeza roja (Cathartes aura) es una especie de ave Accipitriformes de la familia Cathartidae. Su área de distribución se extiende desde el extremo sur de Sudamérica hasta el sur de Canadá. Habita una variedad de zonas abiertas y semiabiertas, incluyendo bosques subtro


picales, matorrales, pastizales y desiertos.1 Es un ave grande, con una envergadura de 170-183 cm, una longitud de 64-81 cm y un peso que puede variar entre 0,85 y 2,26 kg. Su plumaje es marrón oscuro hasta negro; la cabeza y el cuello no tienen plumas y son de color púrpura–rojo. Su pico es corto, ganchudo, y de color marfil.

El aura gallipavo se alimenta casi exclusivamente de carroña. Localiza los cadáveres con su aguda visión y su sentido del olfato, volando a una altura suficientemente baja para detectar los gases producidos por los inicios del proceso de descomposición de los animales muertos. Para desplazarse en el aire, aprovecha térmicas, reduciendo la necesidad de aletear. Pasa la noche en largos grupos comunitarios. Como carece de siringe – el órgano vocal de las aves – sus vocalizaciones se limitan a silbidos bajos y gruñidos. Anida en cuevas, huecos de árboles o matorrales. Suele tener dos crías que alimenta por regurgitación. Tiene pocos depredadores. Su esperanza de vida es algo por encima de 16 años en un ambiente silvestre, mientras que en cautiverio puede llegar a tener más de 30 años en casos excepcionales.

A pesar de tener una apariencia semejante a la de los buitres del Viejo Mundo, no están estrechamente emparentados, aunque forman parte del mismo orden Accipitriformes. Los buitres del Viejo Mundo son incluidos en la familia Accipitridae, que incluye también las águilas, los gavilanes, y los milanos. El aura gallipavo pertenece a la familia Cathartidae, que incluye también al cóndor de los Andes (Vultur gryphus).

Puede tener diferentes nombres comunes, incluyendo jote cabeza colorada (Argentina y Chile); oripopo (Venezuela); guala cabecirroja (Colombia); zopilote cabecirrojo (Costa Rica); aura tiñosa (Cuba); aura o aura tiñosa (República Dominicana); cute (Honduras); noneca (Panamá); zopilote, aura, aura cabecirroja, aura común (México); zopilote cabecirrojo (Nicaragua); cuervo cabeza roja (Paraguay, Uruguay); zope (El Salvador); urubú de cabeza roja (Brasil). El nombre común recomendado por la Sociedad Española de Ornitología es aura gallipavo.

El aura gallipavo adulto tiene un tamaño de 66 a 81 cm, una envergadura de 173 a 183 cm, y un peso de 0,85 a 2,26 kg.6 El dimorfismo sexual es mínimo; ambos sexos son idénticos en el plumaje y la coloración, aunque la hembra es ligeramente más grande. Las plumas del cuerpo son en su mayoría de color marrón-negruzco. La superficie inferior de las plumas de vuelo de las alas es de color gris, creando contraste con los lineamientos alares más oscuros. La cabeza es pequeña en proporción al cuerpo y no tiene plumas; en los adultos es rojiza y en las especies juveniles es gris oscuro. Tiene un pico relativamente corto, ganchudo, de color marfil. El iris de los ojos es de color marrón-grisáceo. Las patas y los pies son de color rosado, aunque a menudo con manchas blancas. El ojo tiene una sola fila incompleta de pestañas en el párpado superior y dos filas en el párpado inferior.

Los dedos delanteros de los pies son largos y tienen pequeñas membranas interdigitales en sus bases. Las marcas de las garras son largas, entre 9,5 y 14 cm de largo y 8,2-10,2 cm de ancho. Los dedos de los pies están dispuestos en un clásico patrón anisodáctilo. Los pies son planos, relativamente débiles y poco adaptados a agarrar; las garras tampoco están diseñadas para agarrar, ya que son relativamente romas. En vuelo, la cola parece larga y delgada, contrastando con la del zopilote negro (Coragyps atratus). Las fosas nasales no están separadas por un tabique, sino que están perforadas. Anualmente pasa por una muda gradual que se inicia a fines del invierno hasta inicios de la primavera y que dura hasta principios del otoño. En los ejemplares juveniles, la cabeza tiene un color gris y la punta del pico es negra.

El aura gallipavo tiene una amplia distribución, con una incidencia global estimada de 28.000.000 km². Es el buitre más abundante en las Américas, y se distribuye desde el sur de Canadá hasta el Cabo de Hornos en el sur de Chile. Su población mundial se estima en 5.000.000 individuos. Los individuos que anidan en Canadá y el norte de Estados Unidos migran hacia el sur en el invierno, a veces llegando hasta Sudamérica.
Es un ave común en campo abierto, bosques subtropicales, matorrales, desiertos y el piemonte. También habita pastizales, praderas y humedales. Por lo general evita las zonas de bosques densos; es más común en áreas relativamente abiertas con bosques cercanos para la anidación. Su rango altitudinal es normalmente menos de 2500 msnm, pero se le ha visto a los 4300 metros en Bolivia.

Se alimenta principalmente de una amplia variedad de carroña, desde pequeños mamíferos a los herbívoros grandes, prefiriendo los recién muertos, y evitando los cadáveres que han llegado al punto de putrefacción. Raramente se alimenta de materia vegetal, como vegetación riberana, calabazas u otros cultivos, y de insectos vivos y otros invertebrados. En Sudamérica ha sido observado comiendo las frutas de la palma aceitera, una especie introducida. Es poco común que caza y mata a su presas. A menudo se puede observarlo a lo largo de las carreteras, alimentándose de los cadáveres de animales atropellados, o cerca de cuerpos de agua, alimentándose de peces varados. Al igual que otros buitres, desempeña un papel importante en su ecosistema, librando al ambiente de la carroña que de otro modo podría representar un brote de enfermedades.
Busca alimento utilizando su sentido del olfato, un sentido compartido con los demás buitres del género Cathartes, pero poco común en el mundo de los aves. Localiza carroña al detectar el olor de etanotiol, un gas producido al inicio de la descomposición en los animales muertos. El lóbulo olfativo de su cerebro, responsable del procesamiento de los olores, es particularmente grande en comparación con otros animales. Esta capacidad para detectar olores le permite localizar carroña por debajo de la cubierta de bosques. Los buitres que carecen de esta capacidad, como el zopilote rey (Sarcoramphus papa) y el zopilote negro (Coragyps atratus), siguen al aura gallipavo hacia los cadáveres. A menudo el aura gallipavo es el primero en llegar al animal muerto, junto con el aura sabanera y el aura selvática que comparten la misma capacidad de oler la carroña. Desplaza a auras sabaneras y auras selváticas debido a su tamaño más grande, pero a su vez es desplazado por el zopilote rey, que generalmente rompe la piel de cadáveres de animales grandes con cueros duros. Esto permite a los buitres más pequeños, con picos relativamente débiles, de también acceder a las partes comestibles de la carroña. Eso es un ejemplo de dependencia mutua entre especies.

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