La garza blanca es un ave grande de plumaje blanco que puede alcanzar el metro de altura y pesar hasta 950 gramos. Es ligeramente menor que la garza ceniza (A. herodias). Además del tamaño, la garza blanca puede diferenciarse de otras garzas del mismo color por su pico amarillo y patas negras, aunque el pico puede tornarse más oscuro y las patas más claras en la estación de cría. En el plumaje de cría, delicadas plumas ornamentales salen de la espalda. Machos y hembras son idénticos en apariencia.
Posee un vuelo lento, con el cuello retraído. Esto es característico de garzas y avetoros, y es lo que los distingue de cigüeñas, grullas, ibis y espátulas, que mantienen el cuello extendido al volar.
Se reproduce en colonias en árboles cercanos a lagos de juncos o humedales. Forma el nido con palos pequeños secos entrelazados con juncos y totoras, y colocando generalmente entre 3 y 5 huevos de color celeste claro.
En Norteamérica un gran número de garzas fueron asesinadas alrededor de finales del siglo XIX, para usar sus plumas para decorar sombreros. Su población se ha recuperado desde entonces como resultado de las medidas de conservación. Su rango se ha extendido hacia el norte, hasta el sur de Canadá. Sin embargo, en algunas partes del sur de Estados Unidos, su número ha disminuido debido a la pérdida de su hábitat. Aun así, se adapta bien al hábitat humano y puede ser fácilmente vista cerca de los humedales y cuerpos de agua en zonas urbanas y suburbanas.
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